Deja vú o deja vecú.
No me queda clara la diferencia.
Hay días en los que estás a mi lado y siento que viajo al pasado.
Puedo sentir tu pequeño cuerpo, tu nariz y manos frías, escucho tus tenues ronquidos y de rato en rato tu voz entrecortada hablando incoherencias. Siento que he estado recostado en esta cama antes. Quizás tú no eras tú, quizás yo no era yo.
Hay días en los que siento que nuestra conversación es repetida.
Hay días en los que ya no sé si eso me gusta, ya no sé si eso nos gusta.