Me siento joven otra vez, me siento eufórico otra vez. Hace mucho tiempo que no me sentía así de bien conmigo mismo.
Después de mucho tiempo vuelvo a verte hermano, regresas con nuestro metalenguaje, nuestras historias, nuestros códigos. Estamos completos de nuevo los tres. Como antes. Como en los viejos tiempos.
Regresamos a las calles del viejo barrio, ya no están muchos de los viejos personajes, pero los que deben estar, estamos. Eso es lo que importa.
No te esperaba, te ví y pensé que eras un espectro o una visión, te abrazo fuerte para cerciorarme que esto es real.
Gracias por ser mi hermano, gracias por venir en el momento preciso.
Estoy sobrio pero me siento eufórico otra vez, manejo a toda velocidad para sentir el frío del viento golpeando mi cara. No tengo el convertible amarillo ni tampoco suena West End Girls mientras atravesamos la ciudad, pero esta noche es tal cual la soñamos.
No tengo ganas de dormir, esta semana he dormido cuatro horas por noche. Al diablo con el trabajo. Al fin y al cabo, el trabajo es para los que no tienen mejores cosas que hacer.
Como en los viejos tiempos. Así es como tenía que ser.
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