Más de una vez me has dicho que te parece de muy mal aspecto que un hombre camine por la casa con el torso desnudo. Y que te molestaría que yo camine así por la casa que compartiríamos de vivir juntos.
Pero cómo sería vivir contigo no es el motivo para escribir hoy, estoy contento porque vino mi hermano menor después de varios meses sin vernos. Hicimos lo de siempre: parrillada, tomar cerveza y ver fútbol.
Para variar, tengo calor y me quito la camiseta de mi equipo favorito y comenzamos a prender la parrilla, poner la carne y todo lo demás.
Me gusta hablar con él, soy 5 años mayor que él, pero ya no se nota mucho la diferencia como cuando éramos niños.
Hace años me dijo que yo era su mejor amigo y su referente a seguir. Por poco lloro de la emoción, normalmente nadie me diría algo así, no me considero ejemplo de nadie, ando metiéndome en problemas todo el tiempo. Verte feliz con tu esposa embarazada y tu hijo me pone feliz.
Recordamos campeonatos pasados y jugadores del ayer, la primera vez que te llevé al estadio a escondidas de mi mamá, cuando nos cruzamos con una banda rival y tuvimos que coger piedras para ahuyentarlos, cuando puse el cuerpo para que me golpeen a mí y no a ti, el primer campeonato que vivimos juntos. Tantas anécdotas e historias que reviviremos la próxima vez que vayamos juntos a la vieja cancha de nuestro club. La emoción sigue siendo la misma que cuando éramos chicos, pero ahora iremos con tu hijo y con mi hija.
Se parecen mucho a nosotros, también viven y respiran fútbol.
Me pregunto qué me dirías si me ves sin camiseta, con una cerveza en la mano y un cigarrillo en los labios mientras atizamos el fuego.
Lo que se me ocurre es que gritarías mi nombre completo seguido de eres un malaspectoso, que horror.
Todo dicho en el tono de Nana Fine que sacas cuando te molestas conmigo. Eres un malaspectoso, no se puede contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario