jueves, 13 de enero de 2011

Me gustas más molesta

Estoy molesta. Deja de reirte. Hoy en la mañana recordé lo último que me dijiste cuando nos vimos. Cuando me llamas por mi nombre completo sé que estás molesta, pero aún así no puedo dejar de reirme. No lo hago con afán de burlarme de tí. Siempre me río cuando me descubren o confieso algo que no debería confesar y termino en aprietos.
Hace mucho años, una persona muy querida me dijo: Tú no te ríes, tú te burlas. Quizás recuerdas que te conté eso y crees que me puedo estar burlando de ti. No es así, por lo menos no me burlo de ti. De la gran mayoría si me burlo, no lo voy a negar, pero de ti no me burlo.
La mueca que haces cuando estas molesta, hace que me gustes más, te molestas y me dan más ganas de abrazarte y besarte. Te veo aún más linda y me gustas aún más.
No te veo desde entonces, no creo que tenga algo que ver tu enfado de ese momento. A veces desapareces. Te extraño y espero que reaparezcas pronto para volver a reirnos juntos, escuchar tu voz, sentir tu nariz fría y tus labios dulces, abrazarte y apretar fuerte tu pequeño y frágil cuerpo hasta que digas ¡ouch!
Y volvamos a nuestra rutina. Hiciste que me gusten las rutinas. Por lo menos una.

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